El divorcio contencioso es aquel en el que una de las partes no está de acuerdo en disolver la unión matrimonial o en aspectos como las pensiones, custodia u otras medidas personales o patrimoniales.
Es decir, lo habitual es que cuando una pareja ha agotado todas las vías y ha hecho todos los intentos posibles para llegar a un consenso y poder iniciar un divorcio express o de mutuo acuerdo sin éxito no queda otra opción que iniciar los trámites para un divorcio contencioso.
En este caso es imposible hacerlo efectivo ante un notario ya que la ley establece la obligación de recurrir a la vía judicial y que sea el juez quien decrete el divorcio y se encargue de regular todas las medidas que comentábamos anteriormente.
Para solicitar la anulación del matrimonio basta con la petición única de uno de los miembros, y aunque la otra no esté de acuerdo, el juez deberá decretar la separación. Siempre y cuando hayan pasado al menos tres meses desde que se celebró el enlace.
Este tipo de divorcio es más largo y costoso tanto a nivel de dificultad como en el aspecto económico. Ya que cada una de las partes han de contratar un abogado diferente que vele por los intereses individuales y personales de cada uno. Y, además, los requisitos y documentos a elaborar son más complejos que en el caso del divorcio de mutuo acuerdo o el express.
El objetivo es conseguir que el juez dicte sentencia anulando el matrimonio y, adoptando una serie de medidas definitivas y de cumplimento obligatorio en materia de custodia y manutención de hijos menores, régimen de visitas y también en cuestiones de índole patrimonial.
Para ello, lo primero es, en caso de tener hijos menores, elaborar una petición de medidas provisionales que estarán vigentes durante el periodo de tramitación de la demanda de divorcio y que se presentará ante el tribunal que corresponda por domicilio. Y será el Ministerio Fiscal quién apruebe las medidas tales como la guardia y custodia de los menores, los regímenes de visitas o la atribución del uso de la vivienda familiar tras escuchar a todas las partes.
Lo siguiente es preparar la demanda de divorcio. Un documento, con la misma estructura que cualquier otra demanda, en el que se expondrán los hechos en los que se basa el deseo de poner fin al matrimonio junto con los fundamentos jurídicos que justifican la petición, tanto del cese matrimonial como de las medidas relativas a hijos, bienes y propiedades.
Una vez preparada la demanda se presentará ante el juez que será quien manifieste su decisión por medio de una sentencia judicial de obligado cumplimiento tras haber llamado a ambas partes para que puedan presentar sus argumentos y pruebas de relevancia en el juicio.
Es importante destacar que contar con la asesoría y defensa de un abogado matrimonialista especializado es fundamental en cualquier proceso de divorcio. Sin embargo, la naturaleza y características del divorcio contencioso hace que todavía sea más necesario.
Si se encuentra o va a iniciar un trámite de divorcio por la vía contenciosa no dude en contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte y velar por los intereses y bienestar tanto tuyos como de tu familia y seres queridos.
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