A la hora de realizar un divorcio hay que llegar a una serie de acuerdos entre las partes. Estos acuerdos se determinarán en función de las características del matrimonio, la situación económica de ambos cónyuges, los bienes que tienen en común o si tienen hijos. Uno de estos acuerdos es la pensión de alimentos.

La pensión de alimentos es una cantidad económica que uno de los miembros tiene que pagar periódicamente destinada a la manutención alimenticia. Este tipo de pensión se da básicamente en un caso, que es cuando se produce un divorcio con hijos, ya que lo que se busca con este acuerdo es que se repartan los gastos de la alimentación de los hijos.

Por lo tanto, la pensión de alimentos está condicionada por lo que resulte de otros acuerdos del divorcio. En este caso, en primer lugar se tiene que tomar una decisión sobre la custodia de los hijos. A partir de ahí se deciden los acuerdo sobre la pensión de alimentos. En el caso de que la custodia de los hijos no sea igual para ambas partes, el progenitor que tenga menos tiempo a los hijos a su cargo deberá pasar una pensión a su expareja en concepto de la alimentación de los niños.

A la hora de determinar cuál va a ser la pensión de alimentos se tienen en cuenta los siguientes aspectos.

• Número de hijos.
• Las necesidades de los hijos.
• Días al año que están los hijos con cada uno de los progenitores.
• Ingresos de cada uno de los progenitores.

El acuerdo final de la pensión de alimentos variará en función de estos cuatro términos. Aunque también hay otros factores que pueden intervenir en la cantidad final acordada como son la comunidad autónoma y la provincia en la que viven los progenitores.

Dentro de las diferentes pensiones de compensación que existen en un acuerdo con hijos, la pensión de alimentos está clasificada como gasto ordinario, ya que es un gasto previsible y necesario. Si bien se determina este acuerdo en el momento del divorcio, según se establece en el artículo 142 del Código Civil sobre divorcios y separaciones, la pensión de alimentos puede variar con el paso del tiempo.

Una regulación futura de la pensión de alimentos estará condicionada por un cambio en las necesidades de los hijos o en los ingresos del progenitor que tiene a los hijos a su cargo.

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