A la hora de plantear un divorcio, hay diferentes temas a tratar y aspectos importantes que debemos conocer, ya que de esta forma podremos realizar el proceso de divorcio de una forma más efectiva, sabiendo que pasos debemos seguir. Por ello, una de las primeras cosas que debemos saber es la diferencia entre divorcio de mutuo acuerdo y divorcio contencioso. A continuación, explicamos en qué consiste cada uno y cuál es el proceso que se debe seguir en cada caso.
La diferencia entre estos dos tipos de divorcios está en los acuerdos que se tienen que establecer entre los cónyuges para la disolución del matrimonio. En caso de que los cónyuges alcancen un acuerdo de divorcio, reparto de bienes y patrimonio y todo lo relacionado con la custodia de los hijos en caso de que los haya, estamos hablando de un divorcio de mutuo acuerdo. Por el contrario, si no hay acuerdo entre los cónyuges para la resolución de los diferentes términos del divorcio, será un divorcio contencioso, caracterizado por un proceso judicial en el que finalmente será un juez el que decida cómo se resuelve la disolución del matrimonio.
Divorcio de mutuo acuerdo
Una vez hemos definido ambos tipos de divorcio, vamos a conocer como son los procesos de divorcio en ambos casos. En el divorcio de mutuo acuerdo, como hemos comentado, los cónyuges llegan a un acuerdo sobre los diferentes aspectos a tratar en el divorcio. Una de las principales características de este tipo de divorcio es la rapidez. Al existir un acuerdo entre las partes, esto agilizará todos los tramites, ya que no tienen que ponerse en manos de un juez que estudie el caso y tome las decisiones.
Para hacer efectivo un divorcio de mutuo acuerdo, los cónyuges deberán reflejar en el Convenio regulador, con el asesoramiento de un abogado, los diferentes acuerdos a los que hayan llegado. Acuerdos entre los que destacan el reparto de bienes y patrimonio, posibles pensiones compensatorias o todo lo referente a los acuerdos sobre la custodia de los hijos.
Una vez establecidos los acuerdos, el divorcio podrá hacerse efectivo por dos vías: la notarial y la judicial. Solo se podrá hacer ante notario en caso de que no haya hijos menores o dependientes. En este caso, deberán presentar el Convenio Regulador ante el juez para que este lo apruebe.
Divorcio contencioso
En cuanto al divorcio contencioso, los cónyuges no han llegado a los acuerdos comentados para la disolución del matrimonio. Por ello, el divorcio deberá hacerse por vía judicial. Al no haber un acuerdo entre las partes, se recurrirá a un proceso judicial en el que será el juez, tras analizar el caso, el que decida como se resuelven los diferentes aspectos del divorcio.
Para que se produzca un divorcio contencioso solo será necesario que uno de los cónyuges quiera acabar con el matrimonio. Para ello, se presentará una demanda de divorcio exponiendo las causas de por qué se quiere poner fin al matrimonio. A partir de ahí, ambos cónyuges expondrán sus argumentos para que finalmente el juez tome una decisión sobre cada aspecto a tratar. Al necesitar de un proceso judicial, el divorcio contencioso requiere de más tiempo.
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